Aunque al hablar de la "Matanza de Tlatelolco" podríamos referirnos a la perpretada el 13 de agosto de 1521 por los conquistadores españoles y sus aliados indígenas en Tlatelolco, contra los mexicas y donde fueron asesinadas cerca de 4000000.000 personas. La matanza de Tlatelolco ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas en el Barrio de Tlatelolco, Ciudad de México fue una represión militar organizada directamente por el gobierno mexicano contra grupos estudiantiles críticos del sistema político que encabezaba el Partido Revolucionario Institucional. No se ha logrado esclarecer la cantidad de muertos: algunos estimados apuntan a centenas (más de 300 personas), pero casi todas las fuentes gubernamentales reportan una estimación de entre 40 y 50. Decenas de personas resultaron heridas y varios arrestados. La fuente oficial reportó en su momento 34 muertos, en su mayoría soldados.
La masacre representa uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de México. En la actualidad, aun existen numerosos casos de desaparecidos sin aclarar, quedando impunes los crímenes que se hayan cometido.
La masacre estuvo precedida por meses de intranquilidad política en la capital mexicana, con manifestaciones y protestas estudiantiles para apoyar los eventos que sucedían en el mundo en 1968.
El 27 de agosto más de 200.000 estudiantes marcharon por el centro de la Ciudad de México y se instalaron en el Zócalo (plaza central del D. F.). Al día siguiente fueron reprimidos por la policía y el ejército mexicano.
Los estudiantes buscaban atraer la atención que había sobre la ciudad por los Juegos Olímpicos de 1968. El entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, estaba empeñado en detener las protestas y en septiembre, semanas antes de la masacre, ordenó al ejército ocupar el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El ejército detuvo y golpeó indiscriminadamente a muchos estudiantes. Como señal de protesta el rector Javier Barros Sierra renunció el 23 de septiembre.
Ese mismo 23 de septiembre estudiantes del IPN en manifestación, se atrincheraron de la represión policíaca en el Casco de Santo Tomas, el cual fue cercado por granaderos y policías. Al atardecer los estudiantes salieron del casco de la escuela para refugiarse en la Escuela de Ciencias Biológicas, la cual fue rodeada y balaceada en repetidas ocasiones, en la madrugada llegaron cientos de soldados y el ejército rodeo la escuela con tanquetas, instantes después fue tomado el plantel salvajemente, golpeando a hombres y mujeres y llevándoselos a todos en camiones, muchos sin moverse, en aquel fatídico día.
La masacre continuó durante la noche, los soldados allanaron los edificios de apartamentos adyacentes a la plaza. Testigos de los hechos aseguran que los cuerpos fueron sacados en camiones de basura. La explicación oficial del incidente fue que provocadores armados, ubicados en los edificios que rodeaban la plaza, iniciaron el tiroteo, y las fuerzas de seguridad respondieron en defensa propia disparando a tales francotiradores. Los medios de difusión de todo el mundo publicaron la noticia de que se había registrado el choque más sangriento entre los estudiantes y tropas del gobierno. Tambien se allaron 445 heridos. Ningun estudiante portaba armas. Los policias traian revolvers.
29 años después de la masacre, en octubre de 1997, el congreso mexicano formó un comité para investigar la masacre de Tlatelolco. El comité tomó testimonio a varios testigos y activistas políticos involucrados, incluyendo al ex presidente de México Luis Echeverría Álvarez (quien en aquella época era Secretario de Gobernación). Echeverría admitió que los estudiantes estaban desarmados y también sugirió que la acción militar fue planificada anticipadamente para destruir o debilitar el movimiento estudiantil.
En octubre de 2003 (35 años más tarde de la masacre), el National Security Archive de la Universidad George Washington publicó documentos de la CIA, el Pentágono, el Departamento de Estado, el FBI y la Casa Blanca[1]. Los documentos detallan que:
En respuesta a la preocupación del gobierno mexicano por la seguridad de los Juegos Olímpicos, antes y durante la crisis el Pentágono envió al país más instructores en lucha antisubversiva, armas, municiones, material para control de protestas y equipo sofisticado de comunicación militar.
Entre julio y octubre los numerosos agentes de la CIA que se encontraban en el país reportaban casi diariamente los hechos que ocurrían dentro de la comunidad universitaria y del gobierno. Seis días antes de la masacre, el Secretario de Gobernación Echeverría y el director de la oficina mexicana de Seguridad Federal Fernando Gutiérrez Barrios, dijeron a varios agentes de la CIA que la "situación se controlaría brevemente" (traducido del inglés).
Según la CIA, el gobierno mexicano "arregló" con el líder estudiantil Sócrates Campos Lemus una acusación contra dirigentes políticos disidentes de apoyar económica y logísticamente el movimiento. Entre los líderes acusados se encontraba Carlos Madrazo.