jueves, 11 de octubre de 2007

Dia de Muertos


Aunque la costumbre de realizar ofrendas a los muertos y festejarlos, ha sido practicada desde la prehistoria en todos los pueblos del mundo; la celebración del día de muertos tiene su origen el España donde se celebra el "Día de todos los Santos" (1 Nov.) y "Día de los difuntos" (2 Nov.). Es típico de la celebración el irse al campo a comer castañas tostadas, Y se va al cementerio a visitar las tumbas el día 1. Los españoles acuden a los cementerios a poner flores, normalmente crisantemos, sobre las tumbas de sus difuntos, esa costumbre se sigue manteniendo tanto en ciudades como pueblos aunque lógicamente está más arraigada en los pueblos. Algunas personas, todavía mantienen la tradición de encender una vela roja cuando anochece en el día de todos los santos y se queda encendida durante todo el día siguiente (día de los difuntos). Se dice que esto se hace para dar luz a aquellos que han muerto y no han encontrado su camino.

Desde el siglo XVI los españoles tenían la creencia de que las almas de los muertos regresaban a la tierra a visitar y compartir los alimentos con sus parientes vivos, por lo cual era necesario instalar una ofrenda alimenticia para ellos a fin de mostrarles que se les recordaba con amor y no provocar su enojo, igualmente para pedirles su protección.

Cabe destacar que esta creencia no es totalmente española, se trata de costumbres chinas y egipcias del siglo VIII que les fueron heredadas a través de los árabes. Esta creencia estaba tan arraigada en la antigüedad que, en algunos pueblos de Asturias, durante la víspera de la llegada de las benditas ánimas, las familias no utilizaban la cama con el fin de que las almas de sus parientes pudieran descansar después de su largo viaje a este mundo.

Fue en el siglo X (año 998) que San Odilon, abad de un monasterio en el sur de Francia, proclamo por primera vez esta festividad en la fecha en la que se conoce en la actualidad como la fiesta de todos los Fieles Difuntos. Recien en el siglo XIV, el vaticano acepto esta celebración y la aplicó a toda la cristiandad.

Con respecto a los entierros, se tiene noticia de que se servían grandes banquetes funerarios; de igual manera, durante los servicios fúnebres se ofrendaba pan, comidas y bebidas en la iglesia. Cuando se realizaba la visita anual al panteón se adornaban las sepulturas con flores, especialmente con crisantemos y siempre viva. Asimismo se ponían sobre las tumbas pan y vino.
Los entierros infantiles debían ser alegres y festivos, se acostumbraba cantar y bailar durante el velorio, a lo que llamaron «baile de los angelitos», esto se debía a la concepción de que los niños que mueren se convierten en «angelitos» puesto que no han pecado.

El día de Todos Santos se realizaba una comida familiar para recordar a los difuntos, se preparaban platillos propios de cada región, como las castañas, los dulces y los buñuelos. En algunas provincias del norte de España se ofrendaba trigo, pan y vino, ya en la iglesia o en las sepulturas.

Se utilizaban otros elementos importantes en las ofrendas de la noche de Todos Santos, entre ellos: recipientes con agua para que las almas pudieran calmar su sed, las velas y las lámparas de aceite, cuya función era la de guiar a las ánimas en la oscuridad.

Durante la celebración, los jóvenes iban de casa en casa, pidiendo limosnas para las ánimas; en ocasiones rezando en cada una de las viviendas; posteriormente, entregaban las limosnas al sacerdote quien, les ofrecía algo para cenar. Algunas de estas tradiciones todavía se conservan en algunos sitios, sobre todo en pequeñas aldeas del norte y centro de España. Empero, existen otras que se han ido perdiendo como las reuniones de los jóvenes en las iglesias para tocar las campanas durante la noche del 1 de noviembre, donde se encendía una fogata que tenía una doble función, por un lado guiar a las ánimas, y por otro tostar castañas y comerlas, acompañadas de vino.

En algunos sitios, se ponía un catafalco negro con una calavera blanqueada en uno de sus extremos, mismo que permanecía expuesto cerca o dentro de la iglesia, hasta la realización de la «octava» de la festividad.

Aún así, –actualmente el mes de noviembre recibe el nombre de ‘mes de las ánimas’ y durante él se rinde culto a ellas en diversas formas, a las ánimas también se les recuerda en Navidad y a Fin de Año como se puede observar en algunos sitios actualmente.

En México, en la celebración de “Día de Muertos”, predominan los elementos ibéricos, aunque son fusionados con algunos factores de tipo chino principalmente y un muy pequeño aporte prehispánico. La conjugación de dichos elementos culturales fue en gran parte debido a la participación que los frailes tuvieron durante la Conquista, al tratar de exterminar los rituales autóctonos de los nativos del nuevo continente, imponiéndoles las creencias cristianas, su calendario e imágenes religiosas; dando como resultado la fusión de ambas tradiciones en el actual culto a los muertos. A todo esto hay que sumarle el echo de que Nueva España era el enlace principal entre Asia y América, por lo que las tradiciones de origen asiático (principalmente chinas) llegaban directamente a lo que ahora es México, por lo que muchas de las artesanías, festividades y tradiciones mexicanas son de origen chino.

Desde mediados del siglo XIX hasta finales del siglo XX imperó en México una corriente pseudonacionalista que tendía a negar todo vínculo con la herencia europea de nuestro país y resaltaba la importancia de las tradiciones prehispánicas de manera exagerada. Empero es de importancia hacer notar que esta fiesta es la tradición mexicana que tiene mayor arraigo, por lo que no debemos permitir que se pierda y menos aún que se sustituya por costumbres ajenas que no tienen relación alguna con los aspectos rituales y festivos de las poblaciones mexicanas.
En realidad son muy pocas las referencias de las festividades dedicadas a los muertos en la época prehispánica, según las diferentes fuentes, estas se realizaban en diversos meses ya que al mismo tiempo se rendía culto al dios de la fiesta. Estas festividades eran muy solemnes, se entonaban cantos, se danzaba, se ofrecían todo tipo de ofrendas a las imágenes de los dioses y a las sepulturas de los muertos: flores, frutas, gallinas, maíz, vestidos, mantas, legumbres e incienso. Sacrificaban jóvenes doncellas o esclavos de acuerdo al carácter de la fiesta y al dios al cual se dedicaba


¡TE ESPERAMOS LOS DÍAS 1, 2 Y 3 DE NOVIEMBRE DE 2007 EN NUESTRO MÓDULO DE ATENCIÓN UBICADO EN AV. SANTA LUCÍA 1001, COLONIA COLINAS DEL SUR, DEL. ÁLVARO OBREGÓN. PARA QUE JUNTOS CELEBREMOS ESTA IMPORTÁNTE FECHA!