Doctora Carina Vélez y de la Rosa, de la Fundación De Mano Amiga a Mano Anciana. Es una institución de asistencia privada.
LA DRA. CARINA VELEZ Y DE LA ROSA.- Bueno, pues muchas gracias a la IV Legislatura, especialmente a la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.
Es muy necesario que los señores legisladores se alleguen de la realidad, ya que la realidad es la que nutre las leyes y pareciera que la tercera edad con todos los datos que han proporcionado tanto la doctora Berthely como la licenciada Juárez y todos los que me precedieron, son datos verdaderamente pues aplastantes.
Yo voy a enfocar esto desde otra óptica y nada más quisiera recordarles que el ser humano desde hace hasta que muere es un ente bióxico social y tiene muchos ángulos, para mí es como un caleidoscopio la vida y cada etapa de la vida se puede ver en diferentes formas, diferentes colores, pero siempre hay que tener esperanza.
Lo que yo voy a abordar es la parte de victimología; la victimología es una ciencia que se desprende de la criminología y la ONU da una definición de lo que es víctima, para que nos enfoquemos y que veamos en qué situación estamos las personas de la tercera edad.
La definición de víctima es toda persona que individual o colectivamente haya sufrido daño, incluido lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas financieras o menoscabo de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones.
Aquí estamos viendo que tanto la familia como la sociedad y el propio estado ha tenido omisiones. Si ustedes recuerdan los últimos comentarios y las últimas cifras, vamos a ver que esas omisiones también son graves.
Ahora hay un autor que se apellida Fata, para él hay predisposiciones específicas para que un individuo sea víctima y vamos a repasar lo que tenemos como individuos adultos mayores o ancianos.
Primero, nuestras características biológicas, la edad, el sexo, la raza, el estado físico; las características sociales como las condiciones económicas, la ocupación laboral y el ocio; las psicológicas como los rasgos de carácter que pueden favorecer desviaciones sexuales, negligencia o imprudencia; la extrema confianza en si mismo.
En el caso de los ancianos estas condiciones bioxicológicas favorecen el papel de víctima. Simplemente nos han dicho que somos mayor número de ancianas, que ya no tenemos realmente posibilidad de trabajo.
La raza en nuestra Ciudad también es importante . ¿A cuántas ancianas citadinas atendemos? ¿Pero cuántas ancianas indígenas que están aún en la ciudad no son atendidas?
Las predisposiciones sociales, llama la atención incluso su ocupación laboral. Realmente ya también nos decía el señor que nos precedió, el abogado, que realmente trabajan pocos ancianos. Entonces el ocio favorece que uno sea víctima y los rasgos psicológicos, en días pasados, en meses pasados, en años pasados, estuvo muy de moda la famosa “mataviejitas” y esa “mataviejitas” qué hacía. A lo mejor imbuía confianza en sus pobres víctimas y eso permitía que ingresaran a su domicilio.
Hay otra persona que se ha dedicado a estudiar los tipos de violencia en el anciano. Este es Hugo Nop, un francés y él nos habla de violencia física y lesiones. Esta violencia física puede ser que se caiga imprudencialmente o que en esa relación de cuidador anciano se estrese tanto el cuidado que acabe por violentarlo, es una relación muy difícil un tanto perversa y que ya apuntaba la licenciada Juárez a la necesidad de atenderlo. Aquí veo a Edith Quintero que ella atiende mucho a estas situaciones y es importante.
Después viene la violencia sicológica, que yo creo que es la más generalizada, de lo que también se hablaba de la invisibilidad, es muy marcado, está la indiferencia, el abandono efectivo por parte de la familia, pero también por parte de los vecinos, por parte de parientes, por parte de la propia, a lo mejor hasta de los Centros de Día o de los Centros que el INAPAM tiene.
Entonces esta indiferencia es algo que duele y duele mucho al anciano. Puede ser que estén en sus casas, pero en qué condiciones, bajo qué descuido. Están las horas y las horas y cuando llegan los hijos 2 ó 3 días después los encuentran deshidratados, los encuentran muertos, los encuentran con fracturas, los encuentran con muchas cosas.
Entonces esta indiferencia habría que abatirla socialmente para y bueno familiarmente para que pueda dársele una atención con afecto, cariño y calidez al anciano.
Después vienen las violencias financieras que aquí yo diría que el propio estado es el que nos violenta. ¿Cuántas personas realmente están bajo el régimen de seguridad social? Máximo un 30 por ciento. El 70 por ciento no tiene recursos, no tiene protección y no tiene atención médica que ya es muy importante y que se hace como una renta para el adulto mayor que ya oíamos que padece hipertensión, que padece diabetes mellitus, y otra serie de enfermedades crónico degenerativas.
Entonces esto también es muy importante, sería para mí el primer punto, la falta de una pensión, la falta de una jubilación. Pero hay otra serie de problemas, no nada más la jubilación y las pensiones son efectivamente los ancianos víctima de robo, a veces por las cuidadoras, a veces por la propia familia; son también posibles víctimas de fraude porque les venden ideas fabulosas o que no cumplen verdad.
Después pueden ser despojados, ahorita ya oíamos en el público la situación de una persona adulta mayor que ha sido despojada. Hay presión para que otorguen herencias anticipadas los hijos o los nietos, hay personas que aislan al anciano para que la familia restante no se entere de que ya cambiaron el testamento, de que ya usaron sus propios bienes a favor de ellos mismos.
La otra pues la violación de derechos ciudadanos. Desde el momento en que son excluidos del seno familiar y colocados en instituciones, aunque estas sean residencias, casa-hogar, lo que sea, no siempre el anciano quiere ir a vivir ahí. Entonces es muy importante que el anciano sepa sus derechos; es muy importante que el anciano exija porque un derecho se disfruta siempre y cuando se conoce y siempre y cuando uno lo pueda exigir.
Después, como médico a mí me da pena decirlo, pero es obvio que también médicamente violentamos la salud de los ancianos. Podemos ser negligentes, podemos dar exceso de medicamentos o la famosa poli farmacia o podemos autorizar a la familia a que de los medicamentos sin un cuidado estricto y todo esto pues va a repercutir en la salud del anciano. Tenemos que valorar que el metabolismo del anciano es muy lento, que hay acumulación de medicamentos y todo eso va a ser problemático.
Esto también se da dentro de las instituciones. Yo me he enterado de algunas instituciones donde plantean que les dan anciolíticos en la noche a los ancianitos para que duerman y pueden ser muy útiles los anciolíticos, epro se tienen que dosificar, se tiene que saber a quien se le suministra y a quien no.
Después la negligencia activa es considerada por Hugo Not como cuando deciden por la anciana y aquí digo la anciana porque ya vimos que somos más longevas y entonces los hijos que generalmente son de los que dependen, deciden que deben estar en una institución equis y prácticamente ahí la dejan.
Entonces junto con esa negligencia activa viene también la negligencia pasiva que es el olvido, que es la soledad, y que es el abandono. Se han documentado en el Distrito Federal también circunstancias también muy lamentables como son también abusos sexuales. No se respeta a nadie ya verdad.
Entonces esas situaciones de abuso sexual pues se puede dar por todo tipo de personas y qué vamos a tener. Realmente una serie de consecuencias sicológicas, de trauma, de depresión, de soledad y muchas veces hasta con ideas suicidas.
Entonces como ustedes pueden ver la víctimología en el anciano resume todas las violaciones de los derechos humanos que nosotros tenemos que disfrutar y abarcamos desde la familia, la sociedad y el propio Estado.
Yo creo que el Estado y son los legisladores los que tienen que reformar la ley. Yo me adhiero a la propuesta de la doctora Bertelli, de que se revise la Ley de Adultos Mayores y que además de que se revise se marque el reglamento.
Desgraciadamente ya se fue la doctora Bertelli, pero yo escuché de ella, como lo dijo, que ella fue fundadora del INSEN y pasaron 30 años y nunca se publicó el reglamento. Entonces el INSEN en esos 30 años hizo lo que pudo y ahora necesitamos que el INAPAM cumpla dando la atención, dando la seguridad, proporcionando los derechos humanos elementales: la casa, la asistencia médica y sobre todo el respeto y la dignidad.
Como estamos un tanto colgados de tiempo, yo con esto concluiría y les agradezco su paciencia y su atención.
Buenas tardes.
LA DRA. CARINA VELEZ Y DE LA ROSA.- Bueno, pues muchas gracias a la IV Legislatura, especialmente a la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.
Es muy necesario que los señores legisladores se alleguen de la realidad, ya que la realidad es la que nutre las leyes y pareciera que la tercera edad con todos los datos que han proporcionado tanto la doctora Berthely como la licenciada Juárez y todos los que me precedieron, son datos verdaderamente pues aplastantes.
Yo voy a enfocar esto desde otra óptica y nada más quisiera recordarles que el ser humano desde hace hasta que muere es un ente bióxico social y tiene muchos ángulos, para mí es como un caleidoscopio la vida y cada etapa de la vida se puede ver en diferentes formas, diferentes colores, pero siempre hay que tener esperanza.
Lo que yo voy a abordar es la parte de victimología; la victimología es una ciencia que se desprende de la criminología y la ONU da una definición de lo que es víctima, para que nos enfoquemos y que veamos en qué situación estamos las personas de la tercera edad.
La definición de víctima es toda persona que individual o colectivamente haya sufrido daño, incluido lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas financieras o menoscabo de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones.
Aquí estamos viendo que tanto la familia como la sociedad y el propio estado ha tenido omisiones. Si ustedes recuerdan los últimos comentarios y las últimas cifras, vamos a ver que esas omisiones también son graves.
Ahora hay un autor que se apellida Fata, para él hay predisposiciones específicas para que un individuo sea víctima y vamos a repasar lo que tenemos como individuos adultos mayores o ancianos.
Primero, nuestras características biológicas, la edad, el sexo, la raza, el estado físico; las características sociales como las condiciones económicas, la ocupación laboral y el ocio; las psicológicas como los rasgos de carácter que pueden favorecer desviaciones sexuales, negligencia o imprudencia; la extrema confianza en si mismo.
En el caso de los ancianos estas condiciones bioxicológicas favorecen el papel de víctima. Simplemente nos han dicho que somos mayor número de ancianas, que ya no tenemos realmente posibilidad de trabajo.
La raza en nuestra Ciudad también es importante . ¿A cuántas ancianas citadinas atendemos? ¿Pero cuántas ancianas indígenas que están aún en la ciudad no son atendidas?
Las predisposiciones sociales, llama la atención incluso su ocupación laboral. Realmente ya también nos decía el señor que nos precedió, el abogado, que realmente trabajan pocos ancianos. Entonces el ocio favorece que uno sea víctima y los rasgos psicológicos, en días pasados, en meses pasados, en años pasados, estuvo muy de moda la famosa “mataviejitas” y esa “mataviejitas” qué hacía. A lo mejor imbuía confianza en sus pobres víctimas y eso permitía que ingresaran a su domicilio.
Hay otra persona que se ha dedicado a estudiar los tipos de violencia en el anciano. Este es Hugo Nop, un francés y él nos habla de violencia física y lesiones. Esta violencia física puede ser que se caiga imprudencialmente o que en esa relación de cuidador anciano se estrese tanto el cuidado que acabe por violentarlo, es una relación muy difícil un tanto perversa y que ya apuntaba la licenciada Juárez a la necesidad de atenderlo. Aquí veo a Edith Quintero que ella atiende mucho a estas situaciones y es importante.
Después viene la violencia sicológica, que yo creo que es la más generalizada, de lo que también se hablaba de la invisibilidad, es muy marcado, está la indiferencia, el abandono efectivo por parte de la familia, pero también por parte de los vecinos, por parte de parientes, por parte de la propia, a lo mejor hasta de los Centros de Día o de los Centros que el INAPAM tiene.
Entonces esta indiferencia es algo que duele y duele mucho al anciano. Puede ser que estén en sus casas, pero en qué condiciones, bajo qué descuido. Están las horas y las horas y cuando llegan los hijos 2 ó 3 días después los encuentran deshidratados, los encuentran muertos, los encuentran con fracturas, los encuentran con muchas cosas.
Entonces esta indiferencia habría que abatirla socialmente para y bueno familiarmente para que pueda dársele una atención con afecto, cariño y calidez al anciano.
Después vienen las violencias financieras que aquí yo diría que el propio estado es el que nos violenta. ¿Cuántas personas realmente están bajo el régimen de seguridad social? Máximo un 30 por ciento. El 70 por ciento no tiene recursos, no tiene protección y no tiene atención médica que ya es muy importante y que se hace como una renta para el adulto mayor que ya oíamos que padece hipertensión, que padece diabetes mellitus, y otra serie de enfermedades crónico degenerativas.
Entonces esto también es muy importante, sería para mí el primer punto, la falta de una pensión, la falta de una jubilación. Pero hay otra serie de problemas, no nada más la jubilación y las pensiones son efectivamente los ancianos víctima de robo, a veces por las cuidadoras, a veces por la propia familia; son también posibles víctimas de fraude porque les venden ideas fabulosas o que no cumplen verdad.
Después pueden ser despojados, ahorita ya oíamos en el público la situación de una persona adulta mayor que ha sido despojada. Hay presión para que otorguen herencias anticipadas los hijos o los nietos, hay personas que aislan al anciano para que la familia restante no se entere de que ya cambiaron el testamento, de que ya usaron sus propios bienes a favor de ellos mismos.
La otra pues la violación de derechos ciudadanos. Desde el momento en que son excluidos del seno familiar y colocados en instituciones, aunque estas sean residencias, casa-hogar, lo que sea, no siempre el anciano quiere ir a vivir ahí. Entonces es muy importante que el anciano sepa sus derechos; es muy importante que el anciano exija porque un derecho se disfruta siempre y cuando se conoce y siempre y cuando uno lo pueda exigir.
Después, como médico a mí me da pena decirlo, pero es obvio que también médicamente violentamos la salud de los ancianos. Podemos ser negligentes, podemos dar exceso de medicamentos o la famosa poli farmacia o podemos autorizar a la familia a que de los medicamentos sin un cuidado estricto y todo esto pues va a repercutir en la salud del anciano. Tenemos que valorar que el metabolismo del anciano es muy lento, que hay acumulación de medicamentos y todo eso va a ser problemático.
Esto también se da dentro de las instituciones. Yo me he enterado de algunas instituciones donde plantean que les dan anciolíticos en la noche a los ancianitos para que duerman y pueden ser muy útiles los anciolíticos, epro se tienen que dosificar, se tiene que saber a quien se le suministra y a quien no.
Después la negligencia activa es considerada por Hugo Not como cuando deciden por la anciana y aquí digo la anciana porque ya vimos que somos más longevas y entonces los hijos que generalmente son de los que dependen, deciden que deben estar en una institución equis y prácticamente ahí la dejan.
Entonces junto con esa negligencia activa viene también la negligencia pasiva que es el olvido, que es la soledad, y que es el abandono. Se han documentado en el Distrito Federal también circunstancias también muy lamentables como son también abusos sexuales. No se respeta a nadie ya verdad.
Entonces esas situaciones de abuso sexual pues se puede dar por todo tipo de personas y qué vamos a tener. Realmente una serie de consecuencias sicológicas, de trauma, de depresión, de soledad y muchas veces hasta con ideas suicidas.
Entonces como ustedes pueden ver la víctimología en el anciano resume todas las violaciones de los derechos humanos que nosotros tenemos que disfrutar y abarcamos desde la familia, la sociedad y el propio Estado.
Yo creo que el Estado y son los legisladores los que tienen que reformar la ley. Yo me adhiero a la propuesta de la doctora Bertelli, de que se revise la Ley de Adultos Mayores y que además de que se revise se marque el reglamento.
Desgraciadamente ya se fue la doctora Bertelli, pero yo escuché de ella, como lo dijo, que ella fue fundadora del INSEN y pasaron 30 años y nunca se publicó el reglamento. Entonces el INSEN en esos 30 años hizo lo que pudo y ahora necesitamos que el INAPAM cumpla dando la atención, dando la seguridad, proporcionando los derechos humanos elementales: la casa, la asistencia médica y sobre todo el respeto y la dignidad.
Como estamos un tanto colgados de tiempo, yo con esto concluiría y les agradezco su paciencia y su atención.
Buenas tardes.
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