viernes, 25 de mayo de 2007

Licenciada Patricia Olamendi Torres Primer Foro Legislativo Grupos Vulnerables en el siglo XXI


Licenciada Patricia Olamendi Torres, ella es licenciada en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, tiene una maestría en derecho por la Universidad Iberoamericana, con una especialidad en derecho penal y criminología por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE); cursa una alta especialización para las fuerzas de policía por el Centro Internacional de Estudios Sociológico Penales del Ministerio del Interior de Francia.
Fue diputada federal por la LIV Legislatura del H. Congreso de la Unión; Subprocuradora de Atención a Víctimas del Delito en la Procuraduría General del Distrito Federal; Coordinadora General del Programa para la Participación Equitativa de la Mujer en el Gobierno del Distrito Federal; es Coordinadora Jurídica de la Comisión Ciudadana de Estudios Contra la Discriminación; Coordinadora del Grupo plural Províctimas; Presidenta de Proyectos Mujer Promujer A.C.; Subsecretaria para Asuntos Multinaturales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores; integrante del Consejo de Política Exterior del candidato a la Presidencia de la República, licenciado Felipe Calderón Hinojosa; y también es autora del libro “El Cuerpo del Delito. Los Derechos Humanos de las Mujeres en la Justicia Penal”, Editorial Porrúa, entre otras publicaciones.
LA C. LIC. PATRICIA OLAMENDI TORRES.- Muchas gracias, muy amable, diputada Rebeca por esta oportunidad.
A lo largo de varios años he sido clienta de la Asamblea, es decir, he tenido que asistir a estos lugares a opinar sobre diversos temas, entre otros precisamente el relativo a la violencia intrafamiliar.
Recuerdo desde el 95, 96, en que la Asamblea crea el primer ordenamiento en la materia con la Ley de Asistencia y Prevención a la Violencia Familiar, que se convierte en el primer instrumento de política pública en el país para atender este fenómeno mucho antes de que nuestro país ratificar formalmente su pertenencia a la Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, Belén Do Pará.
En el 97 el Congreso de la Unión lleva a cabo reformas muy importantes en materia de violencia intrafamiliar en nuestros Códigos Civiles y Penales, en aquel momento competencia a nivel federal pero cuya aplicación era precisamente el Distrito Federal.
En esas importantísimas reformas que llevó a cabo el Congreso se presentan algunas cuestiones que a mí me parece muy importante destacar. Efectivamente, las reformas van orientadas a convertir la violencia al interior de la familia en un delito, van orientadas a proteger a la víctima, a garantizar su protección física, van orientadas a establecer medidas de protección para la víctima y su familia, también van orientadas a considerar a la violencia en el interior de la familia como una causal de divorcio, una causal de pérdida de la patria potestad y también de la custodia, entre otras cosas, además como la posibilidad de perder los bienes del agredido en caso de una sucesión por motivo de herencia.
Es decir, lo que yo quiero señalar con toda claridad es que tenemos que reconocer que en el Distrito Federal ha habido un proceso continuo de trabajo en este tema, en el ámbito legislativo. A partir de esas reformas en varias Asambleas Legislativas se llevaron a cabo también otro tipo de reformas que permitían mejorar sustancialmente la situación legislativa de las mujeres.
A la par también en el Distrito Federal se han hecho importantes medidas de política pública. Pocos Estado de la República tienen lo que tiene el Distrito Federal en términos de política pública, es decir, el Distrito Federal tiene unidades de atención a la violencia intrafamiliar, tiene centros de atención a la violencia intrafamiliar, tiene centros de atención a la víctima, tiene agencias especializadas, tiene toda una infraestructura que parte de los ámbitos de gobierno.
Entonces habría que preguntarnos, y tal vez esta sería mi primera reflexión, atendiendo la convocatoria a este foro, habría que preguntarnos qué tanto hemos evaluado el impacto de la ley y de la política pública con respecto a esta materia.
Hacernos una pregunta: ¿realmente ha importado combatir la violencia hacia las mujeres y a otros grupos en situación de vulnerabilidad como se dice que se ha hecho? Yo creo que parte de la evaluación tendría qué responder si efectivamente ha habido un compromiso como tal.
Aquí algunas reflexiones en la materia. Me parece que las reformas que se han hecho en determinados momentos no han sido suficientemente evaluadas el impacto de las mesas.
En derecho hay una situación que se conoce como cláusula material, es decir, una sola reforma no es suficiente si no va acompañada de otras medidas que hagan posible que esa reforma se lleve a cabo. Pongo un ejemplo, el artículo 4º Constitucional reformado desde el 75, decía que las mujeres y los hombres, sigue diciendo, somos iguales. Sin embargo, desde el 75 hasta la fecha no se hizo acompañada de esa una reforma con acciones concretas que posibilitaran la igualdad de las mujeres junto con los hombres.
En el caso de los temas de violencia intrafamiliar, aquí hay qué decir lo que la sola reforma tal parece que no fue suficiente para transformar la mentalidad y el actuar de los servidores públicos. No hay ausencia de medidas de protección en el código Civil y Penal. Es más, en el Distrito Federal se faculta a los jueces de lo familiar para impulsar dichas medidas. El problema es que nuestros servidores públicos no están convencidos de dichas medidas y por lo tanto no las aplican, es decir, en el terreno de la práctica las nulifican totalmente.
En cuanto a la atención a las víctimas, habría qué preguntar si lo que cuenta esta ciudad es suficiente. Me queda claro que en el país no es suficiente, pero en esta ciudad seguimos teniendo un albergue que se creó hace ya muchos años, seguimos teniendo unidades de atención cada día con menos apoyo y menos recursos, lo cual es un problema porque lejos de apoyar a las víctimas que acuden a los centros de violencia, terminamos por dejarles claro que el apoyo realmente será muy reducido o nulo.
Igualmente me parece que la propuesta de la nueva ley que Malú Micher ha hecho del conocimiento y qué bueno lo hace también como lo hace ella, porque las críticas a la nueva ley eran más fuertes que lo que realmente decía la ley, y yo decía: por favor que salga alguien a explicar lo bueno que tiene la ley y no lo cuestionable que tiene la ley, porque luego en el imaginario colectivo oímos como que la ley no funciona y se nos queda en la mente los do so tres comentarios desde mi punto de vista bastante pobres que hacen algunos legisladores con respecto a esta ley.
Yo creo que la ley tiene una enorme virtud y es la de hacer posible la concreción de una convención internacional relativa a las mujeres, sobre todo me refiero a la recomendación 19 de la Convención contra todas las formas de Discriminación hacia la Mujer, que es la que se encuentra fundamentalmente plasmado en la ley.
Ahí viene tal vez otra siguiente recomendación: Yo sé que es muy importante legislar permanentemente, pero el impacto de la ley también tiene qué ver con el grado de cumplimiento de nuestro país de los acuerdos internacionales. La Convención contra todas las formas de Discriminación para la Mujer es la gran ley que beneficia a las mujeres en todo el mundo.
México la ratificó en 81, se aprobó en 79, es decir, en México tenemos 26 años de que esta Convención es ley suprema de toda la Unión, de acuerdo a lo que establece la Suprema Corte de Justicia cuando se refiere a los tratados, y dice la Suprema Corte de Justicia que los tratados en términos jerárquicos, son inmediatamente de la Constitución.
Es decir en México tenemos una ley que beneficia a todas las mujeres y que sin embargo todavía estamos en un proceso de implementación. Entonces, yo creo que la gran virtud que tiene esta ley con respecto a las mujeres es precisamente el hacer posible la implementación de la recomendación 19 de la CEDAW.
Yo me permití traer rápidamente lo que considera la CEDAW como derechos a la no discriminación, a la integridad personal, a adquirir, conservar su nacionalidad, a participar libremente en política, la educación, igualdad a la salud, a los mismos derechos, oportunidades, etcétera, trabajo igual, igual garante de la ley, a prestaciones familiar, etcétera, etcétera.
En la primera parte de la CEDAW no se hizo explicito lo relativo a la violencia sino que fue hasta el 92 cuando el Comité de la CEDAW, que está compuesto por 23 expertas a las cuales los países rendimos informes, esto es algo que casi nunca tomamos en cuenta a la hora de legislar, las recomendaciones, pero además las recomendaciones específicas que este Comité da a nuestro país.
México ha sustentado seis informes periódicos de los cuales el sexto, las recomendaciones del sexto informe periódico yo me permití hacer algunas anotaciones pero a mí la verdad me da hasta pena las recomendaciones que el Comité nos hizo a gobierno y demás cuerpos que integran el país por las cosas que aún nos faltan.
Entonces, me parece que es importante que tengamos esas recomendaciones si queremos nuevamente insistir en esa legislación. Yo pondré algunos ejemplos, por supuesto que no es exhaustivo las recomendaciones, pero sí me parece que debieran tomarse en cuenta, yo las traigo ahí, las voy a dejar para que lo tengan los legisladores a la hora que quieran y por supuesto en la página de Internet de la CEDAW están para ser observados.
Pero a mí me parece que el Comité a México le señala con toda claridad que no ha adaptado medidas necesarias para poner fin a la violencia perpetrada contra la mujer por cualquier persona, organización y demás. A mí me parece que esta es una recomendación muy fuerte, muy fuerte porque México le está siendo señalado como un país que no se ha comprometo en serio en lucha contra la violencia hacia las mujeres.
Entonces, yo creo que frente a los detractores de esta nueva ley hay que dejar muy claro que lo que está haciendo esta ley es cumplir con un compromiso y con una recomendación internacional y la primera es que el país cuente con un instrumento jurídico que le permita dar respuesta en términos legislativos y de política pública a la recomendación del Comité.
Hay varias recomendaciones, a mí me parece que todas ellas son importantes de atender, sin embargo es también necesario señalar que el Comité plantea que en nuestro país no se han tomado medidas, y aquí yo quisiera hacer una propuesta a la Asamblea Legislativa porque me parece muy preocupante el tema relativo a la trata particularmente de mujeres y niños con fines de prostitución.
Quiero hacer este señalamiento porque por algo que no termina uno de entender en la vida, las reformas relativas a la trata de personas particularmente de mujeres y niños con fines de prostitución sigue durmiendo el sueño de los justos en la Cámara de Diputados, no sé si es de los justos o de los injustos, pero no es más que sancionar la esclavitud, la esclavitud que puede tener una actitud hacia la esclavitud sexual, laboral y demás.
Yo recuerdo alguna plática con el anterior Jefe de Gobierno que un día le dije: Mira, todo puede soportarse en la vida, pero que todos nos demos cuenta que en La Merced se trafica y se vende con niñas no es admisible en un régimen democrático, no es admisible en un régimen que diga que defiende los derechos humanos, porque eso constituye una enorme violación a los derechos humanos y tiene que haber reformas que dejen claro que eso no es solamente es una forma de violencia hacia las mujeres, sino es un delito de lesa humanidad.
A mí me parece que seguimos todo el tiempo observando este crecimiento horrible de una fenómeno que se ha convertido la venta y la trata de personas, particularmente niñas, niños y mujeres con fines de explotación sexual a plena luz del día y yo creo que ya basta. Yo creo que la Asamblea Legislativa debiera de tomar medidas, no solamente medidas legislativas, sino de política pública y de seguridad; porque de nada sirven grandes operativos si esos operativos no se dan en estos lugares que permita proteger los derechos humanos,
Igualmente a mí me parece que la ley también recoge lo relativo a la Convención de Belem Do Para, ya lo ha señalado con toda claridad Malú. Yo quiero decirles los principales compromisos que tiene la Convención, me parece que son cuestiones que tenemos que revisar en la ley.
La Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia en el Distrito Federal, se basó la construcción en estos compromisos. Entonces, es importante evaluar si se están dando o no.
Yo quiero señalar también que en este caso existe ya un mecanismo de seguimiento para la implementación de la Convención de Belem Do Para, que es la Convención para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
A mí me parece que una forma de evaluar el impacto de la legislación y política pública sería instalando una especie de mecanismo en el Distrito Federal con la Asamblea Legislativa, con representantes sociales, etcétera, en el mismo espíritu de su convocatoria a este foro, que permitiera hacer una primera evaluación, tomando en cuenta los criterios que la Convención da para la evaluación y yo creo que eso nos arrojaría sin duda alguna una situación mucho más objetiva de lo que verdaderamente sucede en el Distrito Federal.
Independientemente de la situación que tiene que ver con la violencia hacia las mujeres, que por supuesto está muy bien tratada en esta nueva legislación, a mí me parece que la Comisión no puede simplemente sustituir una reforma legal por otra, hay que tener mucho cuidado, porque el espíritu de una reforma de este tipo tiene que ver con la protección de grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad y entonces habría que hacer la diferenciación, la legislación relativa a la mujer y aquellos otros grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, me refiero sobre todo a menores, a personas con discapacidad, adultos mayores, y creo que una manera de que la Asamblea pudiera hacer un trabajo sin perjudicar a unos en beneficio de otros, porque luego pasa en la legislación que sustituyo un párrafo y me llevo todo lo que ese párrafo tenía, sea que el hilo conductor de una reforma sea el tema de discriminación. Es decir, si nosotros entendemos que lo que coloca en situación de vulnerabilidad a diversos grupos es la discriminación como sucede en el caso de las mujeres, sin duda alguna vamos a tener una reforma que pueda beneficiar.
Lo otro que me preocupa es la política pública. Yo a lo largo de los años me he sorprendido cada vez que llegan nuevos funcionarios y nuevos legisladores que parten de cero, yo creo que no podemos partir de cero y menos en el Distrito Federal, en el Distrito Federal tenemos que evaluar programas, procedimientos, metodologías, etcétera que han costado mucho. Yo recuerdo hace 12, 13 años me tocó ir a capacitar a grupos de mujeres profesionistas en la Argentina para iniciar el proceso en los temas de violencia intrafamiliar y ahora resulta que no tomamos en cuenta todo lo que hemos aprendido, todo lo que en el Distrito Federal se ha creado y ahora resulta que traemos a otras personas y no evaluamos con los órganos de la administración pública, me refiero sobre todo al trabajo que se hace a través de la Procuraduría del Distrito Federal, que por cierto yo estoy muy preocupada, no sé si realmente van a desaparecer o no la Subprocuraduría de Atención a Víctimas, pero creo que fue un logro muy importante no sólo de las mujeres, sino a favor de todas las víctimas. Pero me parece que ahí se crearon modelos de atención a la violencia intrafamiliar y urge la revisión de esos modelos de atención.
Me parece que las unidades de atención han creado también una metodología, la línea mujer de Locatel ha creado una metodología y es necesario evaluar igual que el trabajo que lleva a cabo el Instituto de las Mujeres en el Distrito Federal a través de espacios directos de atención.
Yo quiero por último señalar que a mí me parece que tal vez algo que nos pueda ayudar en este periodo, evaluar y modificar aquello que se requiera sea el tomar en cuenta no solamente estas recomendaciones de organismos internacionales, sino también tomar en cuenta la definición de desarrollo humano. Regularmente ratificamos esas cosas, hoy en día se nos mide en el desarrollo humano, yo digo que el ejemplo de la desigualdad y de la inequidad en México son tres datos duros: México es la onceava economía del mundo, somos el lugar 53 en desarrollo humano y el 59 cuando tocamos los temas de género. Entonces queda muy claro la enorme brecha que hay entre una de las economías más fuertes del mundo con una situación de bajo, a muy bajo desarrollo de las personas y muy bajo desarrollo de las mujeres, en algunos comparados a países como en África.
A mí me gusta mucho la definición de desarrollo humano porque no solamente tiene que ver con el poder contar con los derechos y poderlos ejercer, contar, como decía Malú, con esos satisfactores externos que nos permite vivir mejor, sino tiene que ver con la posibilidad que las personas y de manera particular las mujeres tengamos sobre nuestra vida y nuestra capacidad de decidir nuestro presente y nuestro futuro. Si en ese sentido consideramos las reformas legales, entonces sí estamos avanzando hacia la equidad de género.
Muchas gracias.

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